Aprende a identificar a tu saboteadora interna durante tu búsqueda de embarazo y escucha qué tiene que decir
¿Sientes que durante este proceso a veces tú misma eres tu peor enemiga?
Entender cuándo está actuando esa parte de tu mente que te sabotea y saber qué te está queriendo decir es fundamental para vivir este proceso con más calma, sin agobios ni tanto estrés.
Éstas son algunas pistas que indican que estás dejando actuar a la saboteadora que llevas dentro:
- Cuando se acerca la fecha de tu menstruación empiezas a sentirte triste y desesperada porque, si no es tampoco este mes, empiezas a creer que nunca lo vas a lograr.
- Si se retrasa un día buscas de manera compulsiva en Google cualquier señal que pueda indicar que sí estás embarazada.
- Te levantas cada día esperando que las cosas salgan exactamente como lo has planificado, ya sea un resultado de una prueba, una fecha de una cita… Y si las cosas no salen cómo y cuándo quieres, empiezas a dejarte llevar por la rabia y la frustración.
- Crees que si “trabajas” mucho por tu objetivo, en este caso ser mamá, y si te esfuerzas, es garantía de lograrlo cuando tú deseas.
- Adoptas la postura derrotista de “me da igual ya sabía que iba a ser negativo, “hago este tratamiento, pero no tengo esperanzas”.
- Buscas el momento perfecto para hacer esas cosas que sabes que te hacen bien (yoga, meditar, pasear…) pero si no lo encuentras, no las haces, olvidándote de que “mejor hecho que perfecto”.
- Sientes culpa si te saltaste la dieta, o si olvidaste tu suplemento o si te tomaste una copita de vino, etc.
- Te sientes mal por sentirte mal.
Si te has sentido reflejada en dos o más de estas actitudes, te confirmo que: ¡tu mente está al mando!
Estos ejemplos son una muestra de que tu saboteadora interna quiere controlar todo, estás atrapada por la ilusión de tu mente de que puede controlar el cómo y cuándo obtendrá el resultado que busca.
Tu mente te quiere proteger de la incertidumbre y va buscando esas certezas en tu día a día.
Lo bueno es que puedes observarlo y optar por poner tu mente a tu servicio, de manera que estés TÚ al mando y no ella. Así, poco a poco, podrás ir transformando la necesidad de certeza en confianza.
Con amor
Faina